miércoles

Primavera fabulosa

Me miré al espejo. El veredicto fue cruel: lucía peor de lo quería-más de lo habitual, me sentía peor de lo que dejaba que todos pensaran.
Un anónimo clavel rojo me recibía en la oficina tratando de hacerme el día más fácil.
"Feliz primavera!" decían todos ,pero mis decisiones absolutistas y mi ansiedad habian marchitado mis ganas de casi todo. Mis laberintos internos se habían llenado de fantasmas, esos mismos que hasta hace 2 días atrás habían sido atribuidos por mí por el resto de los tiempos, a terceros sumamente extrañables.
Tanto me movilizaban esos residuos melancólicos, que me hacían tomar resoluciones tal vez muy pensadas pero menos queridas?
Dónde había quedado la amante surrealista qué alguna vez había deseado ser? Estaba delante o detrás de mis sentimientos de nena buena?
Esa decisión no la había tomado aún, y era quizás la gestora de todos mis traumas.

La lluvia hizo lo propio sin importar la fecha, también unificó mis ideas haciéndolas un poco más mías. El clima se sumó a mí y me recordó que siempre existen grises; creo que no quiso ponerse en contra mio, pero continuó la exhibixión de intermedios con una bruma que no era ni lluvia ni sequedad, ni siquiera garúa!! Por efecto de la humedad me estaba ablandando.
De cualquier forma, ya había pensado demasiado. Si sabía que la matemática no me fallaba, la situación puntual podía ser atravesada por miles de líneas...Estaba en mí elegir aquella que, como sucede en el juego de los palitos chinos,no rompe el equilibrio del todo y de los demás.